Derechos de autor: Revistas depredadoras

Son publicaciones «...cuyo objetivo no es promover, preservar y difundir el conocimiento; al contrario, su objetivo es explotar el “pago por el autor”, un modelo de acceso abierto, en beneficio propio» (Jeffrey Beall, 2010). En otras palabras, una revista depredadora publica cualquier cosa a cambio de dinero.

Las revistas depredadoras no sólo engañan a los autores sino también a los lectores. Propagan la pseudociencia corrompiendo el acceso abierto, que es una de las condiciones de la ciencia abierta.

Para evitar caer en su engaño, es recomendable tener previamente listas confiables de revistas científicas por materias, que se obtienen mediante:

• Observación de las revistas y editoriales más consultadas en esa materia en las que publican los autores más relevantes.
• Realización de búsquedas desde BRAIN mediante filtros por materia y título de publicación.
• Realización de búsquedas en bases de datos y otras herramientas de fiabilidad contrastada, a partir de las fuentes y de las áreas temáticas elegidas.

• Publican artículos sobre un número de temas más variados que las revistas legítimas, difuminándose excesivamente el perfil "materia" de la publicación. Por esa razón, sus títulos suelen ser muy ambiguos.
• Tienen costes de publicación (APCs) llamativamente bajos y rutas de pago de por publicar que no dejan rastro de la transacción (Western Union, PayUMoney, etc...)
• No están indexadas en las bases de datos o en los listados de publicaciones de referencia.
• Presentan imágenes de mala calidad o pirateadas en sus webs procedentes de revistas legítimas (revistas depredadoras-espejo), así como textos en un estilo inapropiado o con faltas de ortografía y de expresión.
• Solicitan artículos por correo electrónico a direcciones no profesionales o no académicas.
• Presentan deficiencias sobre información básica: envío y formato del artículos, identificación clara del editor, composición y filiaciones del consejo editorial, criterios de evaluación, conflicto de intereses, correcciones, retractaciones, embargo, autoarchivo, autoría, licencias de uso, tasa de aceptación, procesamiento de datos e imágenes, declaraciones de disponibilidad de materiales, datos y códigos, etc.
• Presenta índices de calidad ficticios o se refieren a indexaciones en lugares inexistentes o falsos.
• Dependen de comités, instituciones u organismos imaginarios o que imitan a otros existentes. Si se refieren a instituciones reales, es necesario contrastar esos datos con los ofrecidos en sus webs originales, al igual que su ISSN.
• Lanzan campañas fraudulentas de captación a través del correo electrónico en un tono muy halagador, ofreciendo facilidades para publicar y coordinar números especiales, así como plazos inusualmente cortos de revisión y publicación.

Las revistas depredadoras son un fenómeno preocupante porque en la actualidad se estima que, aproximadamente, circulan unas 13.000.

Al igual que hay listados de revistas depredadoras, existen sobre editoriales y confererncias, que habrán de ser utilizados con las mismas precauciones.

Las listas de revistas depredadoras que existen han de tomarse sólo a efectos informativos, no sustituyendo nunca a una revisión pormenorizada y concreta de los títulos sospechosos. Las más importantes son:

      Ultima actualización 2017                                                                     Herramienta de pago

Añadamos a ellas, el listado elaborado por DOAJ (de 2013) en el que aparecen las revistas que afirman estar indexadas en DOAJ cuando eso no es cierto.